«La guerra es la paz; la libertad es la esclavitud; la ignorancia es la fuerza» – 1984, George Orwell.
Anteayer abría su programa de sobremesa Pásalo con este polémico tema, presentándolo de la siguiente manera:
No seré yo quien niegue la pertenencia a ETA de Arregi y Geresta, puesto que no tengo conocimiento de que haya habido ninguna protesta que negara tal cosa en todos estos años, supondré que era así, pero una cosa son mis suposiciones y otra que en la TV pública vasca se diga que alguien pertenece a un grupo catalogado como terrorista sin que ese alguien haya sido nunca jamás condenado por dicha causa en ningún tribunal. Ya vemos que las calles de Zizurkil, legalmente, no llevan los nombres de dos etakides (militantes de ETA), puesto que ni Arregi ni Geresta fueron nunca condenados por ello, luego se nos miente desde los partidos y se nos miente desde los medios, repito, ni fueron condenados por tal cosa ni admitieron públicamente su pertenencia a ETA, luego, legalmente, no se puede hablar de miembros de ETA como lo han hecho estos adalides de la legalidad del «estado de derecho».
Por otro lado se nos oculta que ambos al parecer fueron torturados, uno murió a consecuencia de las torturas y a otro, según testimonios que veremos a continuación, le pegaron un tiro en la sien despues de haberle torturado mediante martillazos en la boca, ahí es nada… martillazos en la boca. Fue el caso de José Luis Geresta, oficialmente suicidado, y públicamente notorio y muy divulgado en diferentes medios nada sospechosos de «entornismo», torturado y asesinado. Y ello en marzo de 1999, durante el mandato de Aznar y con Mayor Oreja en el Ministerio de Interior. No fueron sólo periodistas los que pusieron en duda la versión del suicidio, José Barrionuevo, 8 meses después de los hechos, incidía en las contradicciones de la versión oficiosa desde las páginas de El País:
«Marzo de 1999. El etarra Luis Geresta aparece muerto, en las afueras de Rentería, con un tiro en la sien derecha. La pistola que lo ha disparado, y que no es suya, está en el lado izquierdo. Su mano está en el bolsillo del pantalón. Ya muerto le han arrancado dos muelas y le han serrado otra. Suicidio legal.«
Lo que no está tan claro aparte de lo de «el etarra» es lo de que le sacaran las muelas después de muerto. Esto lo declaraba un militar, ex-director de la Guardia Civil para más señas, en entrevista publicada en La Razón el 19 de noviembre de 2001:
La guerra es la paz
El quid de la cuestión lo enunciaba ayer Jose María Chacón en el diario digital más crítico de entre los jeltzales, aunque como veremos la crítica a la casa propia tiene un límite:
O sin perjuicio en el significado: amigos o enemigos, dos bandos y una guerra, como lo calificó el ex-director de la Guardia Civil y jubilado teniente-general del Ejército español José Antonio Saénz de Santamaría, en la misma entrevista mencionada anteriormente:
«Yo la llamo irregular, porque no conozco ninguna guerra limpia. Por eso, prefiero hablar de guerra regular o irregular.» – La Razón, 19/11/2001.
Sin paños calientes: una guerra desde los poderes del estado, que lo mismo utiliza injustamente la ley, que la tortura y el asesinato. No nos valen aquí comparaciones imposibles y demagógicas como la que establece Jose María Chacón finalizando su artículo:
«¿Cómo vamos a alcanzar un acuerdo que haga posible una convivencia normalizada si cada bando sólo reconoce como víctimas a las propias y ensalza como héroes a los que asesinan en su nombre?»
En primer término no hay dos bandos que solo reconozcan como víctimas a las suyas, puesto que la Izquierda Abertzale considera víctimas del conflicto a todas ellas, y en segundo lugar el señor Chacón habla como si su partido, el PNV, no tuviera nada que ver en la baina, se pregunta en párrafos anteriores qué pintan ahí los abertzales, refiriendose con ello al PNV que ha sido el que ha presentado la propuesta de cambiar de nombre a las calles (solo al PNV, pues Aralar rompió la coalición con EB por este motivo y se posicionó en contra) como si no fuera públicamente notorio que el PNV está haciendo todo lo que sea por llegar a acuerdos con el PSOE, como si nos hubieramos caído ahora de un guindo y no supiesemos que acude a homenajes a las víctimas del terrorismo entre las que solo se incluyen como tales a las víctimas de ETA y entre ellas a torturadores fascistas ejecutados durante la dictadura, como si lo del tiranicidio fuera algo reprochable y las víctimas de la guerra sucia del estado no fueran víctimas del terrorismo, incluyendo civiles que nada tenían que ver con ETA, por cierto.
Ahora el terrorismo de estado se hace mediante tribunales; caso del 18/98, Egunkaria etc, o a la vieja usanza, como le gustaba al ex-director de la Guardia Civil; Portu y Sarasola, y ahí está el PNV, para pactar con el partido en el gobierno. Pero la guerra es la paz y aquí paz y despues gloria, es lo que nos vende «el Partido» y su TV pública privada. Parafraseando a Chacón: una de buenos y malos, pretendiendo desmemoriarnos una vez más, eliminando los nombres de las calles de un «suicidado legalmente» (Barrionuevo dixit) y un torturado hasta la muerte en manos de la policía. Ellos son los malos, y sus asesinos, a los que hora protejen, hora indultan, hora ascienden de rango los mismos partidos con quienes pacta el PNV, los buenos.
Porque aquí y ahora, igual que en la novela de Orwell, la ignorancia es la fuerza es el lema fundamental de «el Partido». Igual que en cualquier fascismo, mantener al pueblo ignorante y allanar el camino para hacer todo lo que se quiera son una y la misma cosa.
Lo sentimos mucho señores (lo de señores es un decir), pero esta vez no cuela.
13 diciembre, 2012 at 8:22 pm
[…] nahiz eta espainiar Estatutik (tamalez, euskal herri langileak eta bereziki bere gazteriak ongi dakienez, torturatzailea eta hiltzailea dena) at kokatutako Estatu bat, kapitalista den heinean, beti izango […]